De la Unión Chilanga

Mucho se ha hablado de las veces en la que nos unimos como mexicanos, se ha hablado de cómo los chilangos se unieron para comenzar las labores de rescate después del terremoto del 85 que como la sociedad civil levantó lo que quedó de la ciudad. Obviamente debemos incluir las veces en las que juega la selección ó hay algún evento deportivo que nos provoque pelo erizado. Ahí estamos los mexicanos, en la porra, en las buenas y en las malas.

Claro hay muchas cuestiones que culturalmente si nos joden y de las cuales no pretendo escribir porque me llevaría a realizar un estudio sociológico con toques de introspección que me llevaría mucho tiempo realizarlo.

El sábado descubrí que hay cierta situación que detona la unificación chilanga (honestamente no me ha tocado vivirlo en otras ciudades del país, pero en esta lo he visto y recientemente lo viví). Esta situación resulta ser sumamente peculiar porque no hay una solicitud exprofesa de ayuda, ni un agradecimiento, ni una presentación ni nada, simplemente si existe un coche que necesite ser empujado, comienza uno y de repente ya tienes por lo menos a más personas todas con las manos sobre tu coche (aunque algunas realmente no ejerzan fuerza) llevando el auto hacia donde lo indique el que vaya al volante para que en cuanto llegue a su destino final medido en metros desaparezcan todos. No me atrevo a llamarles ángeles de la guardia, no es para tanto ni esto es un relato de una película gringa, pero si resulta de mucho ayuda que por lo menos no te sientas tan solo empujando tu coche. Claro, nunca falta el que se queda a aconsejar el mejor consejo, la revisión experta de la situación y el análisis pronto de las características negativas de la marca de tu coche. En fin, eso no es lo importante porque tu coche ya llegó a donde debía llegar y con agitarles la mano en señal de gracias los despides, no piden pa´l chesco, ni exigen una tarifa, simplemente acuden al llamado del coche descompuesto.

Es todo, no pienso ahondar en el tema porque seguramente tendrá que ver con nuestra compleja manera de ver las cosas.

TANTITA MADRE

No mamen, el día de hoy no pued echar más hueva porque no tenía más nada que hacer, jaja. Comenzando porque no fuí a natación, y es que ayer me desvelé, me dormí a la una de la mañana yeso de levantate a las 5:50 pues no, la neta no...Y bueno, a las 7 desperté, llegué a la oficina, revisé pendientillos, dos tres juntas y luego me quedé sin nada que hacer...Para no hacerles el cuento largo, ya mero me voy a mi casa a echarme una pestañita, porque al rato tengo una cena, que para ser honestos no tengo mucha gana de ir, solo por las festejadas, pero la neta el lugar de cita nunca ha sido de mis favoritas, quizá porque me hace sentir viejo por la fauna que acude.

Bueno, luego les cuento.

Del Nado, pataleos y patadas

Pues que me dió por la nadada. De niño había aprendido algo aunque no recuerdo cuánto duré pataleando, haciendo bucitos y demás, pero si recuerdo que me gané una medalla de plata en 100 metros de pecho, osea como rana, no comiencen con sus desviaciones mentales ni a relacionar eso con mis chichis, jajaja, nunca fuí por la mentada medalla y me terminaron sacando de las clases quesque porque me dieron hongos aunque la neta no recuerdo haberlos sufrido y creo que más bien a mis papás les dió un poco de huevita llevarme y traerme y optaron por mejor meterme a clases de tae kwon do. Me pregunto si el tae kwan do es como una especie de deporte nacional fundado en muchos niños como Yo que metieron a natación y luego terminaron dando patadas acompañadas de gritos y cambiando de bandas de colores cada 3 meses...(luego ahondo en el tema -siempre digo lo mismo y no lo cumplo, a mis lectores, cuando me vean me preguntan-)

El chiste es de que estoy yendo a nadar a una de esas intituciones tan famosas que hasta canción tienen, así es, a la güai-em-si-ei, mejor conocida como la güay. De entrada espero durar, porque de que es un deporte de condición lo es. Dejé de fumar hace como un mes y me he sentido bien, de hecho hoy cantando a todo pulmón en camino a la oficina, por supuesto en la intimidad de mi coche (los chilangos ya contemplamos al coche como un espacio íntimo por aquello del tiempo que pasamos en el mismo), pues resulta que me dí cuenta de que logro alcanzar notas más prolongadas de mis canciones favoritas y creo que se debe a la natación, a que dejé de fumar y a que me gusta imaginar que algún día me va a descubrir un productor y aplaudirá mi talento...y todo esto gracias a la natación.

Ahora, en cuanto al chupe, pues no lo he dejado del todo, tampoco quiere decir que llego crudo a nadar, no, simplemente que ya no tomo tanto, dosifico la peda y puedo seguir tan chistos como siempre, no se alarmen aquellos que pensaban que iba a ser un mueble más de la peda, no señor puedo ser igual de cagado ó más porque hasta pienso lo que voy a decir.

Eso si, prometo que siles contaré sobre mis compañeritos de la mentada güay que si son una mentada de madre, aunque claro, no es como que nos ejercitamos y platicamos verdad?, así que de momento no he cruzado palabra con ellos y no me interesa mucho, y menos cuando en su vocabulario la palabra "mano" se repite más que las derrotas fuboleras de México (no puedo creer que haya escrito eso)

Sueño de enchiladas con resultados enchilantes

No mamen!, se siente re-culero cuando de repente tienes un sueño, despiertas y sigues con el mismo sentimiento con el que dejaste de soñar. Bueno, si en el sueño, hubo algo agradable, pues qué chingón, pero si es lo contrario, si es culero y más porque ya no te puedes volver a dormir. Hoy desperté a las 4:27 de la madrugada, tengo el sueño ligero, pero esta vez desperté a causa de un sueño, no por algún mosquito, trueno ó trailer frenando con motor.

Resulta que estaba en una especie de campamento, había muchos conocidos, amigos, familiares, recuerdo muy bien a mi abuelita y a mamá, creo que mi hermana y medio me acuerdo de dos tres buenos amigos. El chiste es de que como que mucho convivencia, todo muy cordial, hasta que llegamos a la hora del desayuno: enchiladas, no recuerdo si verdes, rojas ó de mole, aunque creo que habrán sido verdes porque son mis favoritas; pues bien, yo me dediqué en atender a todos los presentes, que se encontraban divididos en dos áreas, algo así como comedor y antecomedor, muchas personas, yo iba y venía, sirviendo y ayudándole a mi abuela a servir conforme ella iba preparando hasta que de repente todos terminaron y nadie me guardo nada, ni mis amigos, ni mi mamá, ni mi abuela, No One!...y pensaba ¿qué les pasa?, todos comieron, todos se saciaron y nadie me pudo guardar ni un chingado medio vaso con agua. Recuerdo que salía muy enojado, no le dije nada a nadie y creo que me fuí a un restaurant, pero con todo el coraje, tanto que me desperté con el mismo y ya no me pude dormir, eran las 4:27. Me puse a lavar trastes, limpar la cocina, tender cama y demás.

¿Por qué cuento esto?, pues porque me dió mucho coraje, primero que me dejaran sin enchiladas y segundo porque ya no me pude dormir y eran las cuatro y media de la faquin madrugada!!!

SÍGUELE DE PENDEJITO

Siempre hay un valentón cuando alguna oferta surge del fondo de una botella ó de haberse empinado una cuba. El "gallo" esta vez fuí Yo de un apuesta la cual no recordaba del todo y que se fué deformando hasta el día en que se llevá a cabo. Yo solo recuerdo haber dcho que alguna vez había montado a pelo, de repente recuerdo que dije a manera de broma "si, con fuete", me reía, bebía, mi hermana meneaba la cabeza a manera de desaprobación aunque por dentro sonreía al darse mejor cuenta de dónde me estaba metiendo. En fin que durante la semana me fuí dando cuenta de la situación en la que estaba ya que la apuesta al parecer era aguantar 20 minutos montando a pelo un caballo con un fuete en la mano, si aguantaba, me pagaban una cena-peda en el mejor lugar de México con una botella de whisky (18años) y viceversa al retador, que es el papá de un buen amigo. Según Yo, no era así desde el principio, pero debido a la forma en la que surgió todo apechugué.

El día llegó y a la pedro infante me aventé tres tequilitas en la comida para darme valor ya que al parecer lo que iba a hacer era una de esas grandes pendejadas que solo un inexperto hocicón se atreve a realizar, de hecho los ahí reunidos no sabían si compadecerse ó continuar la mofa.

Subí al caballo con toda la inexperiencia y más tardé en subir que en azotar en el suelo, no saben que buen putazo me acomodé, hasta me quedé en el suelo sin acabar de resolver que iba primero, si llorar ó dejarme levantar ó si sería mejor fingir un desmayo. Ninguna de las anteriores, me dolía muchísimo mi madrazo y solo esperé poder incorporarme para con una sonrisa pendeja preguntar cuándo podía pagar la cena-peda?

Pero esas cosas solo pasan cuando uno anda de pendejito hocicón, y lo que es peor, en estado de ebriedad, estoy seguro que de otra forma, no lo hubiera hecho ó por lo menos hubiera considerado opiniones ó consultado antes con los que saben de eso. Pero no, ya me veía Yo como Juan del Diablo galopando campo traviesa con el torso desnudo y un fuete en la mano gritándole ¡Jía, jía! al caballo, incluso tenía ensayadas algunas escenas de telenovelas campiranas para aplicar en el momento justo. No tomé en cuenta que cuando llegué a montar lo hice pero de una mula ó de un burro del Parque Nacional de la Tzaráracua, mansitos ellos y mensito Yo, más bien inocentemente pendejo.

Posteriormente sucedieron eventos desafortunados que luego redactaré por aquí ó tal vez no.

Lo que sí es que ya he decidido dejar el chupe, hasta ahora voy entendiendo parte de las pendejadas que unos saca del alcohol y para muestra un putazo en la espalda baja es sufciente. Por lo tanto ya estoy inscrito en mis clases de natación, que tan pronto me recuperé iré lo más puntual posible y procuraré dejar el alcohol para infecciones y para decir salud solo en ocasiones especiales.