miércoles, noviembre 16, 2005

BLOG AA

Creo que el bloggear para mí ha sido una especie de terapia, solo que en vez de reunirme con nuevos amigos una vez a la semana y platicar lo bien que me he sentido, me oculto detrás de mi computadora a relatar mis borracheras y días de farra como si fueran de lo más simpático. Y bueno, en verdad lo son, solo que a veces no es lo más sano.
No dejo de pensar que ya soy un alcohólico dependiente de la fiesta y de cualquier plan que garantice un buen rato ó una buena noche-madrugada acompañado de amigos, extraños (potencialmente amigos) y tragos, tragos y más tragos. Cada fin de semana parece ser así. ¿Es este el alcoholismo del que sufrían tantos y tantos famosos que ahora vemos saliendo de las clínicas Oceánica, Betty Ford, granjas altruístas?, qué extraño, no me veo en una de ellas, no me veo enfermo, no me veo cayéndome en el concierto, ni armando escenitas en espacios públicos. Será que tal vez cuando los hago mis acompañantes se encuentran ene stados similares ó peores? ó será que simplemente soy tan común que ningún paparazzi está al pendiente de lo que realice?. No sé si esto me tranquiliza ó me preocupa más. No sé si sentirme bien por no tener un documental de todas y cada una de mis pedas, desmadres, crudas y lente oscuro todo un día. ¿Qué sería lo más correcto? Si ser una figura pública me pudiera exhibir, ¿qué pasaría?. Si de repente un documental en E! pasara mis momentos ebrios, a ver, de entrada ¿Cómo se llamaría el programa? "Maravert´s Top Emberrasing moments", "Adolfo´s Funniest drunken moments" ó tristemente "Adolfo Maravert´s True Jaligüd Story". Mis abrazos a gente extraña, mis arrebatos contra los valet parking, contra algún mesero, la besuqueada en algún bar con gente desconocida, manejo veloz, alcoholímetro, horas en un bote, cambios de antro en una sola noche, consumo de diferentes bebidas, orinar en cajeros, todo, todo estaría en el documental. No sé qué sensación vaya a tener el día que en verdad lo vea. No sé si la verguenza invada mi persona, a lo mejor termino vitoreando mis hazañas idiotas. No lo sé.
Espero poder escribir acerca de la sobriedad y los 5 sentidos funcionando. Procuraré, de lo contrario tendré que cambiar mi blog a AA.

lunes, noviembre 07, 2005

¿ESTÁS CRUDO?

De nuevo llegó el fin de semana y de nuevo el miedo a mi mismo. Miedo a no detenerme cuando ya es hora de dormir. Iniciando el jueves con unas enormes ganas de salir y echar un trago. Ya no es tanto una cuestión de alcoholismo sino de estar en algún lugar con meseros de preferencia y capacidad para manejar trajetas de crédito y débito, facilidad de pago. Arribo a la casa a las 2 de la mañana. Las consecuencias son tangibles el viernes desde que abro el ojo. No tomé suficiente pero me siento mal, asumo el pago, pero creo que todo se debe a mi régimen alimenticio. Se me antoja una comida sustanciosa y de preferencia picante. Desgraciadamente lo único que logro son 3 rebanadas de pizza con una salsa de picor artificial, quedo satisfecho en mi hambre pero no en mis antojos. Ése mismo día por la noche me alborota la idea de ir a un concierto que promete buen entretenimiento alternativo, de ése que últimamente ha renacido en el DF, en locales del centro principalmente. Tal vez nunca murió, igual y fué parte del alejamiento a esos espacios que yo cerré junto con aquél bar de la glorieta de la palmera. Cerveza, buena compañía y encuentros bizarros con provedores del trabajo, los cuales más que comportarse y causar una buena impresión, creyeron haberla causado acosando a mi hermana y queriéndonos disparar cervezas cada 3 minutos. El concierto estuvo bueno en lo suficiente, la música ambiental nos trajo a revivir y desempolvar buenos recuerdos de antaño. Convivencia con la escena alternativa del momento y por fin la partida. Hora de arribo al hogar: 3am. Sábado, cruda evidente, no tan ruda, pero si despertó el antojo por chilaquiles en conocido restaurant de cadena con buen sazón. Sus azulejos marcan una época y continuan la tradición del desayuno. Sin probar una gota de alcohol paso l resto del día recorriendo el centro histórico consumiendo lo que ofrece en sus distintas presentaciones mientras en mi mente se repetía el "dí no a la piratería". Una razón por la cual recorrimos buena parte de ése primer cuadro de la ciudad de México fué la búsqueda de artículos que nos ayudaran a disfrazarnos por la noche para ir a otra fiesta. Disfraces, ya pasó la temporada pero aún así hay gente que se le antoja. Mi disfráz: sacerdote, mi comportamiento: antagónico. En la fiesta inicié con una cagüama, cerveza del sureste. Continué con una bebida antigua, que según cierta pintora ofrecía a sus invitados en sus parrandas, buen sabor, el aguardienmte se disfraza lo suficiente para no sentir que estoy tomando y así continuo, hasta darme cuenta que el aguardiente a pesar de tener disfráz, sigue siendo aguardiente, tal como yo y mi representación temporal y falsa de la iglesia católica. Recibo algunos mensajes y llamadas telefónicas y decido que puedo cambiar mi locación de entretenimiento. Disuado a mi acompañante y me enfilo hacia el sur. Un accidente en periférico me disuade a regresar a casa y eso hago. Mi hermana agradece que así sea. Hora de llegada: 4:00am. Domingo, despierto gracias a los que ese día a las 9 de la mañana piensan que uno quiere recibir llamadas, no logro recuperar mi sueño, a pesar de que cierre los ojos, ellos ya se despertaron y yo ya valí madres, otro fin de semana sin dormir, Desgraciadamente eso no es todo, a las 4 de la tarde ya estoy en una cantina bebiendo, un amigo de "fueras" llega a la ciudad y en vez de llevarlo a algún lugar tranquilo, me dirijo a la cantina donde 3 bolas cubanas prenden la mecha. Creo que la gente con juicio me detuvo a continuar y haber llegado hoy crudo a la oficina. Me duermo temprano, pero 4 días de salidera son evidente en la cara que tengo el día lunes cuando llego a la oficina. Me cansa que me pregunten siempre lo mismo, pero creo que eso transmito. ¿Estas crudo?.