miércoles, mayo 04, 2005

COACHELLA: PRIMER DÍA

A pesar de la cruda logro abrir un ojo y silenciar la alrma que ya lleva más de medio minuto repitiendo cucús. Despierto a René y con cierta mirada perdida cada quien recibe su regaderazo renovador. La Cita era a las 7 y media en casa de César, empacamos, realizamos el check out y a las 7 y 20 ya nos encontramos fastidiándole el sueño al organizador del itinerario del día. Su respuesta es pronta y de repente ya lo tenemos instalando en el auto su maleta, la maleta de las golosinas y una hielera con diferentes bebidas, desde la cerveza hasta el frutsi. Nuestro cuarto acompañanate no aparece, no hay forma de localizarlo ya que al parecer se encuentra en camino, ahora, no por nada pero a esa hora en Tijuana solo le pudo haber llevado 15 minutos llegar al punto de reunión, pero eso no pasa. Hay desesperación que César controla momentáneamente. Después de casi 45 minutos aparece nuestro integrante faltante, no sabemos si cómplice aún, pero de entrada la tardanza nos predispone en su contra. Muecas, getas, y respuestas cortantes lo reciben al treparse al auto. Partimos hacia la línea, no hay atajos, un solo camino de aproximadamente una hora, mucho tráfico. Para nuestra fortuna hay reproductor de cd en el auto y una carpeta llena de cd´s que esperamos nos duren para amenizar el viaje y más. No hemos desayunado, ni cambiado dinero, ni puesto gasolina, tenemos pendientes cruzando la frontera. Por fin llegamos a la garita y sin mayor problema nos permiten el ingreso al país vecino, realizamos nuestras actividades y emprendemos el camino, todo está listo, mapas, reservaciones, boletos en "will call", hielos enfriendo la bebida, gasolina, todo.
Acordamos que cada quien escogería la música que deseaba, iniciamos con Mecano y así pasamos por Gwen Stefani, Massive Attack, Santa Sabina, etcétera. Así, de manera musical y con suficiente control del camino, en medio de pendejadas llegamos a nuestro destino...bueno, semi-destino: Palm Springs. Encontramos fácilmente un hotel que creíamos perdido, check-in, remojamos un poco nuestra cara y de nuevo emprendemos un camino que ya era familiar rumbo al "Polo Field" de Coachella.
Llegamos y lo primero fué destapar unas heladas cervezas que tenían tiempo esperando que las abrieran, vasos pre-michelados (seguramente fruto de la mercadotecnia de ebrio visionario) nos proporcinaron una mejor recuperación de nuestra cruda que pronto se convirtió en un estado alegre. Por la hora, decidimos empacarnos en las bolsas algunas bebidas y dirigirnos a recoger los boletos del evento que ya esperaban en la ventanilla para que pasáramos por ellos, se entregan fácilmente y hacemos la fila compuesta de seres que en común tenían la palabra Coachella y no necesariamente una forma de vestir definida ni un gusto similar, simplemente acudían a satisfacer sus ganas de escuchar a un grupo ó a varios en específico, gente completamente diversa, ropa, estados de ánimo, poses, presupuestos, conocimiento del evento, etc. Pasamos el arco de seguridad supuesta que garantizaba de cierta forma la sana diversión de adentro (tengo muchísimas dudas de la forma en que se revisa, pero a la vez me dá gusto).
Entrando vamos directito por nuestra banda que garantizará nuestra entrada a la zona donde se expende alcohol y que nos expone como mayores de edad autorizados para beber, acto seguido pues vamos por nuestras cervezas y por supuesto a consultar el programa del día. Primer grupo que vimos fueron "The Raveonettes" que con un sonido minimalista y voces siniestramente coordinadas dieron un buen espectáculo a pesar de no estar en un horario muy privilegiado.
Coachella se distingue por llevar a los mejores grupos del momento y sin afán de caer en lamidas de pies a los vecinos del norte, logra su cometido. Gústele a quien le guste y al que no lo lamento pero la tendencia de muchas corrientes musicales vienen de los angloparlantes. Claro, reconozco que si hay países que cuentan con muy buenas propuestas, pero si les menciono el line up ustedes podrán constatar (visite: www.coachella.com )
Uno de los sitios más concurridos en Coachella es obviamente el escenario principal pero de igual forma el de música electrónica que invariablemente a la hora que sea presenta buenos dj´s. Un añejo visitante de esta carpa es DJ Peretz, ex-vocalista de Janes Addiction que no es el mejor pero cumple con el cometido de ponernos a brincar, salimos de ahí y paso por una limonada a punto de nieve, las mejores que he probado. Vamos a la delimitación de las cervezas y nos sorprende, mas no desanima, que pagamos un dólar más que el año pasado. ¡Qué abuso!, pero igual nos zampamos dos cada uno. Nos sentamos en el pasto, volteamos alrededor e insisto que cada año veo más gente, además de que siento que cada día tiene más y más promoción, creo que me gustaría que fuera un evento que solo nosotros conociéramos, egoísmo natural por acaparara ciertas cosas (tonto).
Tanto por los grupos que vienen como por la gente que asiste, muchos hispanoparlantes se delatan al reírse de las múltiples pendejadas que nuestras cabezas son capaces de producir, pero son incapaces de acercarse a preguntar de donde somos, lo cual no nos importa porque somos pendejamente autosuficientes.
Recorriendo todo el lugar uno vé de muchas cosas alrededor, comida, chupes de 7dls, puesteros de caras güeras, baños cada ciertos metros, harto pasto y 5 escenarios para debatirte entre cuál grupo valdrá más la pena aplaudirle. Revisamos nuestro itinerario una vez más y nos dirigimos hacia la tienda “Sahara”. Aprovecho para mencionarles que los 5 escenarios tienen sus nombres: Sahara Tent, Mojave Tent, Gobi Tent, Out Door theatre y Main stage. Cada una con sus características muy específicas, Sahara: definitivamente la carpa con los mejores exponentes electrónicos, o más bien, entra y muévete a como se te pegue la gana, no hay pedo, son pocas las personas con ritmo y definitivamente entre los güeros no hay muchos agraciados. Gobi Tent ó el espacio negro dentro de Coachella, harto bum, bum, harto grito, mucha protesta y gente de color serio, entrar ahí no es muy frecuente, el movimiento contestatario color ébano de US no es mucho de mi agrado. Mojave tent: lo alternativo, lo de reciente descubriemiento, básicamente lo más nuevo de Coachella ahí está, The Kills, un gran ejemplo y una propuesta que me gustó aunque debo aceptar que es una onda Siouxsie pero con mejores samplers. Outdoor Theatre: lugar abierto, como su nombre lo indica, y que presenta propuestas consolidadas pero no con la importancia de los grupos que se presentan en el escenario principal, grupos que jalan gente pero no tanta, aunque lo dejan abierto porque no saben si de repente sorprenda como es el caso de Café Tacaba (muy bien mis naucalpenses).
Llegamos a la tienda Sahara y nos encontramos con DJ Tiga, sin conocer mucho de su currículo, únicamente la recomendación de uno de nosotros, entramos a la carpa que ya está llena y que además tiene ya ése peculiar olor a me quiero ir al planeta verde. El beat definitivamente tiende hacie el house con mezclas de rolitas ochenteras que al combinarse les brinda cierta vigencia. Bailamos, la acústica es excelente, tomando en cuenta que es un espacio rodeado de lona. Recorremos otras carpas, paramos por cerveza, una limonada, decidimos no comer. Los grandes esperados de esa noche son definitivamente Chemical Brothers, Bau Haus, Café y bueno, Cold Play que decidimos dejar a un lado ya que no contamos con camisa marca Lacoste amarilla ni sweater en color pastel para sentir que encajamos en la audiencia. Entraré poco en el detalle de las agrupaciones que vimos, ya que pudiera resultar un poco tedioso, solo sé que la noche del sábado cerramos con Chemical Brothers. En el Inter. Vimos varios grupos, los cuales pretendo comprar el cd. Después de haber llegado al clímax del día con el último grupo, salimos de la carpa, ya los excesos de un día anterior más todo un día de liberación de serotonina hacían mella en mis pasos, en mis piernas, en mi cuerpo y sobre todo en mi hambre, lo cual era incómodo. Caminamos cerca de 2 millas junto con una jauría de personas, lo de jauría lo digo con pleno conocimiento del significado de la palabra. Subimos al auto y emprendimos nuestra búsqueda de alimento. El cansancio era tal que incluso caímos en el juego del complot y en pensar que una persona en el coche quería sabotearnos y privarnos de recibir alimento para aprovecharse de nuestra situación y, y… no sé, algo. Después de pasear por Palm Springs y no encontrar nada, después de que nos negaron el servicio en un restauran 24 horas, después de buscar entre el sillón del asiento sin resultados comestibles, terminamos en el lugar más gringo y menos sabroso de la región: Mc. Donalds, que solo mantenía abierto el drive through con una fila de por lo menos 10 coches, no había servicio en el restauran y eran las 2 de la mañana. Llegamos al hotel, y nos atragantamos nuestros alimentos que por el momento se habían transformado en verdaderos banquetes, nunca en mi vida una “pinche” hamburguesa me había sabido tan "sabrosa", hasta la catsup sabía buena. Varios canales después, dos reality shows y a dormir, esperando recuperar fuerzas para mañana. Las necesito…Buenas noches.