SIN PALABRAS
Últimamente no he estado escribiendo mucho y de hecho no he escrito absolutamente nada. No quisiera refugiarme en la falta de tiempo ó en recurrir a decir que he estado atendiendo múltiples actividades porque tampoco sería cierto. Simplemente no he escrito.
Mi conflicto es que prometí que lo haría de manera recurrente y no quisiera perder la costumbre, por lo menos quiero mantener esta disciplina más tiempo de lo que duraría pagando un gimnasio.
No se ha acabado mi fuente de anécdotas, simplemente debo aceptarlo, hay veces que amanezco y no tengo muchas ganas de escribir, siento como que de hacerlo saldrían cosas con un bajo porcentaje de gracia ó con un trazo más bien plano.
Obvio no es un miedo externo el que siento porque sé que esta página no es más leída que el New York Times, vaya, ni siquiera más leída que un volante de escuela de computación, pero uno tiene dignidad interna que rige en la medida que uno difunde la página.
En fin, ya por lo menos me salió este choro, los dejo, prometo meterme más ideas a la cabeza o si no ya de mínimo alguna anfetamina con punch.
Mi conflicto es que prometí que lo haría de manera recurrente y no quisiera perder la costumbre, por lo menos quiero mantener esta disciplina más tiempo de lo que duraría pagando un gimnasio.
No se ha acabado mi fuente de anécdotas, simplemente debo aceptarlo, hay veces que amanezco y no tengo muchas ganas de escribir, siento como que de hacerlo saldrían cosas con un bajo porcentaje de gracia ó con un trazo más bien plano.
Obvio no es un miedo externo el que siento porque sé que esta página no es más leída que el New York Times, vaya, ni siquiera más leída que un volante de escuela de computación, pero uno tiene dignidad interna que rige en la medida que uno difunde la página.
En fin, ya por lo menos me salió este choro, los dejo, prometo meterme más ideas a la cabeza o si no ya de mínimo alguna anfetamina con punch.
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